Cuando en el Calcio se encuentran frente a frente, Inter y Roma brindan encuentros que dejan un buen sabor de boca, y tal vez la razón principal es la cantidad de goles que se anotan por ambas escuadras. Otro factor determinante es la cantidad de estrellas que se encuentran entre su escuadra como De Rossi, Sneijder, Pizarro, Zanetti, Totti, Cambiasso, entre otros.Pero el partido de esta tarde estuvo muy lejos de serlo. ¡Vaya manera de aburrirnos! A pesar de contar con oportunidades claras de gol, sólo se quedaban en eso.
Por un lado, el Inter propone, pero no cordina. Forlán no se encuentra en la cancha y eso lo resiente el equipo al depositarle la responsabilidad en la delantera. Sneijder no se encuentra fino, y qué decir de Milito. Por otro lado, la Roma no sabe a qué juega. De nueva cuenta juegan por jugar, con un ritmo acelerado pero sin dirección. Por más que lo intentó, Totti no logró ponerle la pausa a La Loba, quien se vio limitada en los cambios al salir Stekelenburg en el primo tempo tras un choque con Lucio.
¿Lo rescatable? Nada. Así es. Nada se puede rescatar de este tipo de partidos. Inter y Roma se encuentran en una seria crisis futbolística.