
Cincuenta y dos años después se encuentran las caras los eternos rivales, con un paso irregular como la misma Liga Mexicana pero con el papel de clásico desteñido. Si bien es el clásico del futbol mexicano, ya no representa ese interés y pasión como lo hacía años atrás. Esfuerzos chatos de Televisa para captar la atención con transmisiones todos los días en sus cápsulas de noticias recapitulando lo que año con año hacen con el América – Guadalajara, así como comentarios polémicos de jugadores, técnicos y directivos ya no son suficientes y me atrevo a decir, que actualmente el encuentro entre América y UNAM es el clásico predilecto entre los aficionados.
Pero ¿en quién recae toda esta culpa? Quién no ansía ver un clásico como el que se desarrolló en el año del 2005. El último clásico decente que se ha visto terminó con un marcador de tres a tres, en donde los jugadores se dedicaron a hacer lo que saben y deben de hacer. Pero ahora solo se espera a ver en la transmisión quién da el primero golpe a quién, producto del “calor” que genera el encuentro. Ahora ver un Clásico resulta sinónimo de aburrimiento y bostezos, en parte por jugadores que no sienten la playera de su equipo. Ahora los comentarios de Jorge Vergara ya no despiertan la misma polémica.
Solo hay una manera de levantar el Clásico de Clásicos del bache en el que se encuentra: El buen futbol que deben de mostrar estos dos equipos.