No hace mucho tiempo, para ser precisos el 28 de Mayo pasado, el FC Barcelona levanto la orejona de la Champions League, Messi volvió a lucir marcando uno de los tres goles que darían una victoria indiscutible del cuadro catalán sobre el Manchester United.Lionel Messi a sus 23 años lo ha conseguido prácticamente todo, Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Beijing (2008), la Bota de Oro, el Balón de Oro. Su habilidad le ha permitido ser considerado, desde el 2009, como el mejor jugador del mundo, un título que me parece discutible, tal vez exagerado.
Los inicios futbolísticos de Messi son una conmovedora historia de un jugador que logró posicionarse como uno de los mejores, derrotando las secuelas de su enfermedad hormonal y que le valieron su apodo "La Pulga". Debutó a sus 16 años en el primer equipo del Barcelona, y formo parte del inicio de la era del poderoso equipo que conocemos hoy en día.
Uno de los factores determinantes en el reconocimiento de Messi como mejor jugador del mundo es su efectividad reflejada en los goles anotados; pero entendiendo que el fútbol es un deporte de conjunto, debemos considerar entonces que es la media del Barcelona quien lo hace merecedor de dicho título, pues recordemos que en la selección argentina no es el mismo goleador que conocemos en este club.
Tal parece que los recorridos, piques, recuperaciones de balón, asistencias a gol y demás habilidades requeridas para ser un jugador completo, se ven menospreciadas ante el aspecto de goleo, basta con dar una hojeada a la lista de los que últimamente han portado el galardón del balón de oro; son aquellos que han metido mayor número de goles al año, el parámetro para la última entrega de dicho galardón fue la efectividad, eso nuevamente es sólo en apariencia pues no es posible que se ignorara al autor del gol que cedió la Copa Mundial a España, Andrés Iniesta, para otorgar el premio a un jugador que seguramente vendió más playeras.
Messi es un goleador, un merecido e irrefutable reconocimiento pero no por ello se le debe dar el crédito del "mejor jugador del mundo", se encuentra entre uno de los mejores y de eso no cabe duda, pero no es el mejor. Tampoco debe ser difícil coronarse repetidas ocasiones como el mejor jugador del mundo con los equipos que lo respalda (Barcelona y en menor parte la selección argentina), que más allá de respaldarlo son escuadras que juegan para él, en vez de que sea el mismo Messi quien juegue para el Barcelona y para su selección.
Hagamos memoria. El pasado mundial de Sudáfrica 2010 era un mundial que no cubrió con las expectativas de espectacularidad que prometían las nuevas figuras como Cristiano Ronaldo, Kaká y obviamente "El mejor jugador del mundo" Lionel Messi. Nos quedaron a deber a tal grado que el tema principal de dicha copa fuera el balón Jabulani, el controversial estado de las canchas, las alegres vuvuzelas sin olvidar al difunto pero no menos importante pulpo Paul.
La prensa Argentina y el mismo Diego Armando Maradona ven a Messi como su sucesor, pero pocos son los puntos de comparación existentes entre ambos, dejando atrás el problema con las drogas de Maradona, la trayectoria futbolística de este último se ve cubierta aún más de gloria, mientras Messi entró a embonar en un equipo que se perfilaba para ser lo que es hoy. Maradona después de coronarse campeón mundialista en México 1986 jugó en Nápoles, un equipo que venía del tercer puesto en la copa italiana pasada, y que tras la incorporación de Maradona en sus filas logró obtener su primer scudetto, logrando así la consagración del diez argentino como uno de los mejores jugadores de la historia.
Siguiendo la misma línea, los títulos obtenidos por Messi con el Barcelona son quizá más importantes que los de Maradona, con la pequeña diferencia de que Messi ya consagrado como "el mejor jugador del mundo" no fue capaz de encaminar a la selección argentina más allá de los cuartos de final.
