Son las 2:15 p.m. y voy saliendo apenas del trabajo. Ya han pasado los primeros 45' de la final de la Champions League entre el FC Barcelona y el Manchester United FC. Ni a madrazos llego a mi casa a ver la segunda mitad, pero yo de necio con la idea de que sí. Solo me faltaba que se detuviera el metro, y si. Me encontré varado en la estación de Chapultepec alrededor de 10 minutos, llegando a Tacubaya a las 2:47 p.m. Saliendo del metro me encuentro con los ya comunes puestos ambulantes. Ropa, comida y demás desmadre que uno no puede pasar desapercibidos. Volteo a ver a un grupo de personas a un costado de la salida. Alrededor de 6 tíos junto a un puesto de dulces viendo el partido en una pequeña televisión. Ahí me encontraba yo, un humilde servidor, a un lado de las garnachas, lodo, gente acelerada en el metro, la definición de la tv era pésima y para acabarla de chingar es día 28. El lugar era un albur. Creanlo o no, ahí ví la segunda mitad de la final. |
| Por si alguien duda de la calidad de la TV que relato |
¿Qué me encuentro en el marcador? Un empate a un gol que dejaba para cualquier escuadra la definición de la Champions. Ya iban 47' del encuentro. Rooney toma el balón e intenta avanzar, le roban el esférico y un señor al lado mío le reclama, como si hasta Wembley llegaran sus berridos. "Pinche Rooney, pásasela al Chícharo".Y por más que apoyaba al Manchester United, no podía dejar de ver y admirar el manejo excelso del Barcelona del balón en media cancha. Era impresionante como blaugranas maniataban a los Red Devils. Chicharito, ni sus luces, poco o nada pudo aportar en los segundos 45' que me tocó ver. Y llegó el momento que finiquitó el encuentro. Messi toma el balón en las afueras del área y saca un zurdazo que Van Der Sar no pudo rechazar, a pesar de que el tiro fuera casi al centro. "Gooool" gritaron algunos a las afueras del metro, puesto que la gran mayoría se encontraba con el ManU y CH14.
"Es que esta cabrón jugarle a los del Barça" uno de los comentarios que me tocó escuchar de un señor que ya se iba del grupo inicial con el que me encontraba viendo el partido, mientras una señora a mis espaldas no dejaba de gritar "Bon-Ice!".
Si de por sí era un dominio catalán en la final, ahora no había otro equipo más que el Barcelona, el equipo más despiadado que ha concebido el siglo XXI. Y en los límites del área grande del cuadro inglés, David Villa tomó el balón y disparó al ángulo superior izquierdo de Van Der Sar. Se había marcado el 3-1.
Pasaban los transeúntes y echaban un ojo al televisor de baja calidad.
"Naaaaaaah ya van perdiendo esos weyes 3 a 1, vamonos".
"¿No que muy cabrón el Chicharito y no se qué? No hizo ni madres".
"¿Cuántos van papá?" "3-1 mijo" "¿Y nosotros a quién le vamos" "Al Manchester porque ahí juega el Chicharito, vamos perdiendo mijo". Dentro de mi mente pensé "con estos comentaristas urbanos, quién necesita a Martinoli o al perro Bermúdez".
Ya eran 87' de partido y mis piernas ya se encontraban cansadas de tanto tiempo parado. Ferguson hacía cambios por mero compromiso y no por estrategia. Y si, esta muy cabrón jugarle al Barça, el mejor equipo de los últimos tiempos (en mi opinión personal).
Finalizó el encuentro. Yo en agradecimiento al misceláneo improvisado del metro, tomo una bolsa de gomitas. "¿Cuánto es?" "$5.00 jóven". Me despido con la mirada del grupo que se encontraba mirando el partido y me dirijo a ver el encuentro de la Selección Mexicana, que espero sea igual o mejor que el que acabo de ver. Naaah, a quien engaño.
"Es que esta cabrón jugarle a los del Barça" uno de los comentarios que me tocó escuchar de un señor que ya se iba del grupo inicial con el que me encontraba viendo el partido, mientras una señora a mis espaldas no dejaba de gritar "Bon-Ice!".Si de por sí era un dominio catalán en la final, ahora no había otro equipo más que el Barcelona, el equipo más despiadado que ha concebido el siglo XXI. Y en los límites del área grande del cuadro inglés, David Villa tomó el balón y disparó al ángulo superior izquierdo de Van Der Sar. Se había marcado el 3-1.
Pasaban los transeúntes y echaban un ojo al televisor de baja calidad.
"Naaaaaaah ya van perdiendo esos weyes 3 a 1, vamonos".
"¿No que muy cabrón el Chicharito y no se qué? No hizo ni madres".
"¿Cuántos van papá?" "3-1 mijo" "¿Y nosotros a quién le vamos" "Al Manchester porque ahí juega el Chicharito, vamos perdiendo mijo". Dentro de mi mente pensé "con estos comentaristas urbanos, quién necesita a Martinoli o al perro Bermúdez".
Ya eran 87' de partido y mis piernas ya se encontraban cansadas de tanto tiempo parado. Ferguson hacía cambios por mero compromiso y no por estrategia. Y si, esta muy cabrón jugarle al Barça, el mejor equipo de los últimos tiempos (en mi opinión personal).
Finalizó el encuentro. Yo en agradecimiento al misceláneo improvisado del metro, tomo una bolsa de gomitas. "¿Cuánto es?" "$5.00 jóven". Me despido con la mirada del grupo que se encontraba mirando el partido y me dirijo a ver el encuentro de la Selección Mexicana, que espero sea igual o mejor que el que acabo de ver. Naaah, a quien engaño.
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| FC Barcelona Campeón 2010-2011 |
