Cruz Azul derrotó 3-0 a los Rayados del Monterrey, en un partido que sinceramente Cruz Azul no llegaba como favorito a pesar de jugar en su casa y ante su gente, sobre todo a lo acontecido la semanada pasada. Los regiomontanos querían colarse en el segundo puesto de su grupo pero esta noche no fue de suerte para ellos.Una noche de argentinos, uno de ellos el cerebro de este conjunto cementero, el Chaco fue el que se encargó de abrir el marcador con un disparo que colocó en el ángulo derecho de Orozco que poco pudo hacer para evitar el primero de la noche.
Fiel a su estilo Monterrey no se desesperó en la búsqueda del empate, generando jugadas con Nery Cardozo y Osvaldo Martínez, que poco crearon al ataque, pues Aldo no pudo aprovechar ningún pase. Esta noche se notó la dependencia que tienen los regios con el Chupete Suazo y el más afectado fue De Nigris.
En el segundo tiempo la máquina inicio con todo en contra el área rival, proponiendo el juego, un Cruz Azul muy distinto al de la semana pasada con ida y vuelta luchando cada balón. Aunque no todo sería miel sobre hojuelas en el Azul, pues Torrado salió lesionado y aún no se sabe la gravedad de la zona afectada, y el chileno Droguett también se despidió del terreno de juego cojeando y cediendo su lugar a la joven promesa Javier Aquino.
Monterrey tuvo una muy clara en el área cementara y la jugada fue a cargo de Carreño quien quedó solo frente a Corona, saco disparo y Chuy muy bien reaccionó para mandar el balón a un costado, no hubo más peligro. Corona sigue demostrando su gran nivel y para muchos hoy por hoy él debe ser el portero titular de la Selección.
Ya con Villaluz en la cancha, el peligro aumentó considerablemente, pues César estrelló un balón en el arco defendido por Jonathan Orozco, ya olía al segundo gol cementero. Un balón que Villa retoma en el área chica y retrasa para que el Chaco Giménez saque un fuerte remate dejando sin alguna oportunidad al portero rayado. Cruz Azul ya cantaba el segundo.
A partir de ese momento los celestes se volvieron dueños del partido, controlaban el balón y lo más importante no se tiraron a esperar al equipo rival. Fue en una jugada de tiro de esquina cuando llegó el tercer gol de la noche, Tito Villa se desmarca de Zavala para sacar un cabezazo picado, el portero de Monterrey nunca iba a llegar.
No cabe duda que a Cruz Azul le hacen daño las liguillas, pues recordemos que hace una semana Monterrey elimino a la máquina de la Concachampions, y una semana más tarde el equipo del Ojitos Meza le pasa por encima al Monterrey.
